Nectar de vida que corre por mis venas,
es tu llama quien alimenta mi fuego
interno,
Eres rio luminoso que fluye por mi
cuerpo,
brillas con la misma luz que enciende
las mañanas e ilumina las noches,
acunandonos en el descanso.
Llama eterna que palpita con fuerza y
calor, mas alla de todo invierno y tormenta,
sigues inalterable.
Ante el crepitar y los rugidos de
aquellos revelados ante ti,
eres rio calmo, mano firme y timon
diligente.
Generoso fulgor de vida, yaces a
nuestros pies y te elevas sobre nuestras cabezas,
siendo espacio pleno de abrazos y
caricias.
Madre de toda Vida,
dichosa tu esencia que mana en nuestros
corazones, noche tras noche y día tras día.
Bella estampa de luz y armonía,
es por ti, que la dicha se reconoce en
mi rostro y en mi vientre,
en mis manos y sus trazos, repletos
siempre de tu Amor.
Hoy me postro ante ti, abrazando la
tierra que fermenta en tu amor,
esa tierra que me abraza y besa desde
tus labios,
que son los mios
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