martes, 27 de octubre de 2015

Lo más ínfimo y pequeño tiene una gran importancia.

Es la presencia lo que lo engrandece, y es su interior lo que guarda el tesoro de lo que en verdad es, más allá de su tamaño.

Siempre he visto un mundo en las pequeñas cosas, me han maravillado enormemente, y así sigue siendo.
Quizá porque me paro a escuchar sus susurros, quizá porque mucho tiempo me he sentido pequeña.
Aún me ocurre a veces, he intento ver mi mundo y mi grandeza cuando en ello.

Seamos pequeños y maravillémonos de ello.
Crezcamos a nuestro ritmo disfrutando del paisaje y de la transformación que supone.

El universo sonríe a nuestro paso y siempre nos regalará su amor para nutrir así nuestro interior, de todo lo necesario para nuestro crecimiento.

Brillemos desde lo que somos sin pretender ser nada más.

Con Amor,


No hay comentarios:

Publicar un comentario