domingo, 18 de octubre de 2015

Y la niña escribe al viento,
y según escribe, se desdibuja su corazón,
deshaciendose en sus palabras, susurradas en formas de emoción.

Y mas allá de temer verse desaparecer, en esos trazos difuminada, en la nada, decidida prosigue.
Sabiendo que sus palabras, serán llevadas más allá de su ser, más allá de todo.

Para volver a formarse en Amor, una vez que vuelvan a ser escuchadas, reconocidas y llamadas a materializarse. Desde otro color, otro escenario, otro fuego.

Ahí volverá a formarse el corazón y la niña volverá a ser niña, o mujer, a su tiempo, al tiempo de ser correspondida.

 Y la dicha volverá a ser dicha, y escuchada, por los tiempos de los tiempos. 


No hay comentarios:

Publicar un comentario